Onpu sacudió su cabello exasperada, no podía ser que eso estuviera pasado. Ella había jurado no volver jamás a Misora… y ahora se encontraba de pie en el centro de Maho do, frente a todas las personas que jamás creyó volver a ver. Hazuki y Aiko observaban alrededor, el recibidor de Maho do seguía siendo tan acogedora como recordaban y eso les rompía el corazón. Momoko no pudo evitar sollozar sonoramente, mientras que Pop permanecía con los oídos cubiertos y los ojos cerrados. La reina observo con tristeza a las brujitas que tanto bien habían hecho al mundo de la magia y se sent&